domingo, 24 de mayo de 2015

Posconflicto y educación

Posconflicto y educación 

En la actualidad nuestro país está atravesando una coyuntura sumamente importante para nuestro futuro: Las negociaciones de paz que se están realizando desde hace dos años en La Habana, Cuba, entre el gobierno nacional y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC-EP). Con esto, el tema de la paz ha pasado a estar en boca de todos; pero para evitar confusiones, este tema debe abordarse con detenimiento.

Un primer punto que hay que aclarar es que lo que en este momento se está discutiendo en La Habana es la terminación de un conflicto armado que se ha prolongado por más de 50 años, lo cual no implica que se alcance la paz, como en muchos medios se ha tratado de difundir, pero efectivamente, con estas negociaciones se abren muchas puertas para poder trabajar por la construcción de la paz.

Ahora bien, abordando el tema que nos compete, la educación está sumamente implicada en esta construcción de paz, y tendrá muchos retos por asumir en el posconflicto, ya que la violencia en nuestro país no se remite solo a un conflicto armado ni se limita a este. 

La violencia en nuestro país está necesariamente vinculada a las condiciones sociales de inequidad en la tenencia de la tierra y el acceso a una vida digna que históricamente se han venido reproduciendo y agravando en nuestro país. De esta manera, la violencia se ha constituido como una forma de relación social, y esta enraizada en nuestra cultura. Con esto llegamos a la tarea central de la educación: transformar la cultura y la realidad.

De esta forma, el posconflicto representa una coyuntura importante en la que la educación debe encaminarse y comprometerse con la transformación de las relaciones sociales cargadas de violencia en las que actualmente estamos inmersos precisamente por el peso de nuestra historia y sus repercusiones sociales.

Sin embargo, cabe aclarar que al hablar de violencia no estamos hablando de una cuestión abstracta o enteramente discursiva, estamos hablando de las condiciones reales y concretas que afectan al grueso de la sociedad; es decir: No nos limitamos a ver cómo y por qué una persona mata a otra, por el contrario se busca entender por qué esta sociedad genera y mantiene unas condiciones en las que cualquiera podría ser un victimario, o una victima potencial de la sociedad al no poder acceder a una vida digna, y lo que es peor, ni siquiera a algunas condiciones básicas para vivir.

Con esto buscamos ubicar el rol de la educación en generar lecturas críticas de la realidad a partir de las problemáticas concretas de la sociedad, que permitan comprender su complejidad pero también generar alternativas y propuestas de transformación de las realidades que alienan y oprimen a la sociedad; es decir: Desarrollar una educación para la liberación (Para mayor información, revisar la obra de Paulo Freire, entre otros Pedagogía del oprimido).

Esta debería ser la tarea principal de la educación en el posconflicto: Comprender las relaciones y condiciones que están en la base de la violencia; generar propuestas y alternativas para transformar estas problemáticas y relaciones; y comprometerse con su realización.

Ahora bien, cabe resaltar una vez más que a pesar de ser una gran oportunidad, esta coyuntura no es una panacea con la que se solucionen todas las problemáticas, por el contrario, representa una mayor complejidad de las mismas; pero por lo mismo es una oportunidad de trabajar para lograr construir "Ese otro mundo posible".

2 comentarios:

  1. QUE BONITOS ESOS VIDEOS, NO CONOCÍA A ESAS PERSONAS NI SUS IDEAS

    GRACIAS

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  2. pero igual como se habla de educación en el posconflicto sin hablar de volver pública la educación, el problema va a seguir si no se cambia eso...

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